Por Rafael Pujols
Mao.- “La preparación y actualización de los conocimientos en la
vida académica es una actitud de apertura incondicionada a la verdad, que
sustenta la búsqueda y transmisión del saber en la escuela”.
Así lo
expresó el Director del Recinto Mao de la Universidad Tecnológico de Santiago
(UTESA), maestro Cándido Almánzar, durante su discurso central en la Primera
Graduación del Diplomado en Habilitación Docente que tuvo una duración de 20
horas presenciales equivalentes a 24 créditos académicos.
El
educador explicó que a partir de ahora ya no es la universidad la que evaluará
a estos profesionales, sino la sociedad la encargada de seguir su trayectoria
como profesores, a través de sus actitudes, de su conducta como dicen ahora de
su “Performance”.
“Quisiera
invitarlos a pensar lo que se están llevando de la universidad”, manifestó,
tras indicarles que no se están llevando sólo una licencia para ejercer el
sagrado compromiso de educar, sino algo trascendente e insustituible: el
conocimiento.
En tal
sentido, les invitó a pensar en el valor del conocimiento, al tiempo que
manifestó que el conocimiento nunca les puede ser sustraído, sino que es lo que
les permitirá alcanzar su realización como personas libres y autónomas, capaces
de conquistar sus espacios en la sociedad, ganarse la vida y reafirmar su
identidad.
Cándido
Almánzar agregó que todos los graduandos del referido diplomado, son ciudadanos
activos, responsables con su entorno, su familia, la escuela, su provincia y el
país; por tanto, les invitó a aceptar también que “lo bueno y lo malo que pasa
en nuestro país tiene que ver con nosotros; y la República Dominicana necesita
personas comprometidas y son los más preparados, intelectual y moralmente, los
llamados a dar ejemplo”.
El
director de UTESA-Mao, les exhortó a los profesionales que se atrevieron a
iniciar una nueva etapa académica, de ampliación de conocimientos, a que no
pierdan jamás la capacidad de asombro ni mucho menos vivan con el corazón
blindado, ante los males que aquejan a la sociedad dominicana y el resto del
mundo.
“Uno
no escoge dónde nace, pero si qué hacer con las oportunidades que se le
presentan y mientras más oportunidades se tienen en la vida mayor es la
responsabilidad con nuestros ciudadanos”, reiteró.
Almánzar,
les invitó a recordar a Jorge Lavat Bayona, actor mexicano de cine, TV y de la
canción hablada, en DESIDERATA (viene del latín y significa cosas que se
desean): Un poema extraordinario que revela los secretos del existir “No finjan
afectos, escuchen a los presuntamente ignorantes, ellos también tienen su
propia historia. El mundo puede parecer hoy un lugar confuso y lleno de
egoísmo, pero hay también en él personas que luchan por alcanzar nobles
ideales. No se angustien con fantasmas, hay temores que nacen, a veces, del
cansancio y la soledad”.
El
maestro Cándido Almánzar, fue reiterativo al indicarles a los graduandos, a que
ejerzan su magisterio con integridad moral y ética. “Nuestro país ha sufrido
mucho por profesionales que perdieron la brújula moral y debemos ayudar a
nuestra sociedad a recuperarla”.
De
igual manera les invitó a recordar que el conocimiento que tienen hoy se
volverá obsoleto rápidamente, por lo que les exhortó, mantenerse actualizados,
lo que consideró como una gran responsabilidad que deben asumir con la sociedad
a la que van a servir.
“Debemos
ayudar a dirigir el país en una dirección de creatividad e inteligencia, en
donde el crecimiento y la igualdad no sea excluyentes, sino resultados
complementarios que se refuercen mutuamente”, sostuvo Almánzar.
Les
exhortó a que junto a las autoridades educativas, tanto públicas como privadas,
ayuden a construir una sociedad en la cual el talento y la dedicación sean más
importantes que la afiliación política o el origen geográfico.
Dijo
que todos tenemos el deber de estar unidos y evitar descartarnos nosotros
mismos porque uno es público y el otro privado, porque uno es izquierda y el
otro de derecha, porque uno es del norte y el otro del sur.
Manifestó
que todos ellos, al referirse a los graduandos, tienen el potencial de ser
libres innovadores. “No tenemos por qué optar entre Estado y sociedad civil,
entre campo y ciudad o entre empresarios y empleados. Son todas falsas oposiciones,
República Dominicana necesita de todos sus hijos de buena voluntad”.
Finalmente
les exhortó a educar con su ejemplo en su vida profesional, a amar a sus
familias, porque será la acción que les dará mayor alegría. Destacó que lo más
importante es, tomar la vida que Dios le ha dado y hacer con ella algo
significativo.
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