lunes, 2 de octubre de 2017

Rector UTESA-Mao, destaca es necesario y urgente retomar la paz como eje transversal de primer orden

El maestro Cándido Almánzar, afirma que para lograrlo hay que educar la presente y futuras generaciones. 

Por Rafael Pujols
Mao, Valverde.-La Paz está muy amenazada”, según lo expresado por el Magnifico Rector del Recinto de esta Ciudad de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA-Mao), maestro Cándido Almánzar, quien afirma se hace necesario y urgente retomar la paz como eje transversal de primer orden y que para ello hay que educar.
En ese orden destacó que es ineludible continuar la preparación de las presentes y futuras generaciones, en el entendido que la educación para la paz es una competencia afectiva que debe velar de manera indesmayable por la formación social, humana, cristiana y cívica del educando; de su preparación para integrarse al grupo social y cumplir los roles que le corresponden.
El Rector de UTESA, Mao, Cándido Almánzar, se pronuncio en esos términos en sus palabras de salutación en el acto de investidura de la Vigésima Quinta Graduación Ordinaria de ese Recinto Universitario, en el cual 238 nuevos profesionales recibieron sus Títulos y le fue otorgado a Monseñor Diomedes Espinal de León, el Título de "Doctor Honoris y Causa", el evento fue celebrado en el Bajo Techo del Complejo Deportivo Mao 97, en representación del Magnifico Canciller, Príamo Rodríguez Castillo.


   
Destacó el Catedrático durante su discurso, que desde los orígenes de la humanidad, el hombre siempre ha buscado la paz; una paz que hoy día, estamos más necesitados de obtenerla por los ambientes deformados y la gran inversión de los valores del ciudadano moderno.
“Uno de los principales objetivos de la organización de las Naciones Unidas (ONU), es el de mantener la paz y la seguridad internacional, fomentando las relaciones de amistad entre los pueblos para mejorar la vida, el analfabetismo y promover el respeto a los derechos y las libertades”, resaltó Almánzar.
Sostuvo que la educación debe responder a las características y necesidades de la sociedad, de tal manera que el sujeto alcance las actitudes, valores y capacidades para la integración activa con los aportes de esfuerzos en pro de los intereses del grupo y del mejoramiento colectivo.
Dijo que las actuales circunstancias históricas de la sociedad y de los países en vía de desarrollo, demandan el énfasis en la educación social y con ella, provocar el entendimiento, el respeto, la solidaridad, la equidad, la consideración entre sí y con el grupo mismo.
“Es posible que la carga de dificultades, limitaciones e insatisfacciones que nos afectan en el presente, nos impidan prever como meta futura la armonía y la colaboración entre todos”, manifestó.
Resaltó que siempre se ha valorado en su justa dimensión que en los tiempos actuales la humanidad ha logrado avances extraordinarios en el campo de la ciencia y la tecnología, pero que no ha incrementado en igual proporción el amor al prójimo, la búsqueda de la felicidad colectiva y, con ella, el establecimiento de la justicia y la concordia entre todos los pueblos.
Alegó el educador, que es innegable que los primeros pasos deben orientarse a la superación de las condiciones de pobreza extrema, de la ignorancia, la desatención en todos los órdenes que afectan a la mayoría de los hombres y mujeres que habitan el planeta Tierra.
En tal sentido indicó que para conformar una sociedad en armonía se hace imprescindible tener presente un conjunto de valores, identificados y denominados como "la cadena de transmisión de valores, que para nuestra institución, el Sistema Corporativo de UTESA, no es más que un conjunto de valores éticos y morales, los cuales son los responsables de los buenos modales. Estos valores se originan en el seno del núcleo familiar”.
Puntualizó, que este modelo familiar se afianza y se socializa en las escuelas, en las universidades y en los diferentes grupos y entes sociales que conforman nuestra sociedad actual y que esa cadena de transmisión de valores se difunde a través de los diferentes medios y plataformas digitales de uso común hoy en día, para de una manera especial ser exhibidos y puestos en práctica por los líderes comunitarios, religiosos, académicos, militares, empresariales y, sobre todo, políticos.
Agregó, Cándido Almánzar, que el manejo consciente de valores aprendidos y socializados por parte de estos líderes, nos permitirá avanzar hacia el futuro, guiados por acciones éticas para el logro de sociedades más justas y sostenibles, lo que nos ofrecerá mayores oportunidades de desarrollo.

“Nuestra academia está consciente del rol preponderante que debe jugar para la consecución de una sociedad sin violencia. Es juicioso señalar que la formación hogareña, la distribución equitativa de oportunidades y el establecimiento de la justicia, son elementos indispensables para lograr una cultura de paz. 

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